La cocina es mi rincón preferido; el alma y el calor de mi hogar. No importa si mi vida o mis circunstancias han cambiado. Alrededor de mi mesa con sus platos hondos y llanos estarán mis seres queridos y con ellos mi corazón. Una buena cocina está llena de amor. Lo que sé, me lo enseñó alguien que amó mucho y amó bien. Un hombre esencialmente bueno que cocinaba de maravilla, mi padre. Por él, por mis hijos y por esos otros amores que llenan mi día a día, vivo y cocino.

viernes, 11 de noviembre de 2011

SORPRESA!!!

Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas.
Las mejores me las suele dar mi falta de organización y el congelador.
Compro, empaqueto y congelo, pero... los paquetes van sin ningún tipo de identificación. Esto solo me ocurre con el pescado que guardo limpio y empaquetado en papel de plata. Pienso que voy a saber que es cada paquete con solo mirarlo por su forma y tamaño, pero esta vez todos eran iguales.
Iba a preparar un apetecible marmitako, por lo que, previamente, saque el correspondiente paquete del congelador y lo pase a la nevera para que se descongelara lentamente. Al día siguiente empecé a preparar mi guisito con todo mimo y esmero y, en el momento de agregar el pescado, cogí el paquetito y lo abrí esperando encontrar el bonito que había comprado para este menester, pero, SORPRESA, de bonito ni la sonrisa. Su contenido eran unos lomos de salmón estupendos, para hacer a la plancha. Ante esta contrariedad inesperada decidí que el marmitako iba a ser de salmón y todos tan contentos.
Hay que ser resueltas y decididas, ningún imprevisto puede daros miedo. Así somos las mujeres de hoy ¿Que no hay bonito? ¡Pues hay salmón!

MARMITAKO DE SALMÓN

Ingredientes:

1/2 kilo de salmón sin piel ni espinas cortado en dados (originalmente bonito)
4 patatas grandes
1/4 de champiñones o, en este caso, una lata grande de los mismos
1 lata pequeña de guisantes
1 cebolla
1 pimiento verde
3 pimientos del piquillo
2 hojas de laurel
Cerveza
AOVE
Sal

Preparación:

En una cazuela se pone un chorro de aceite y se añade la cebolla y el pimiento verde picados menudamente. Se sofríe y cuando la cebolla esté transparente y el pimiento blandito, se añaden los pimientos del piquillo troceados (yo compré unos botes de pimientos del piquillo cuando estuve de visita en Olite y los utilizo para los guisos; dan muchísimo sabor y no hace falta ni tomate ni pimentón porque ellos lo aportan todo) y se sofríe un poco más añadiéndose después los champiñones bien limpios y cortados en laminas. Se les da unas cuantas vueltas mas y se añaden las patatas peladas, limpias y cortadas en dados, los guisantes, las hojas de laurel, la cerveza (una lata o tercio) y puñado de sal. Se deja cocer todo lentamente (vitroceramica 6) agitando de vez en cuando la cazuela, sin meter la cuchara. Cuando las patatas estén casi tiernas (se comprueba pinchándolas) se añaden los dados de salmón, se vuelve a mover la cazuela, se tapa y se deja 5 minutos. Pasado ese tiempo se retira del fuego, se deja reposar unos minutos  y se sirve bien calentito.
Si el guiso se quedara sin liquido se puede añadir más cerveza o un poquito de agua. Es un guiso caldoso.
El resultado fue inmejorable. Delicado y sabroso. Me ha encantado y pienso repetir.


3 comentarios :

  1. Mientras no hagas las lentejas a la Minellina..vamos bien.

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  2. Hola, acabo de conocer tu blog y me ha encantado tus recetas, asi que me quedo de seguidora. Besos

    http://paraestarporcasa.blogspot.com

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  3. Bienvenida!!!! Estás en tu casa, pasa y acomódate.
    Un besote

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