La cocina es mi rincón preferido; el alma y el calor de mi hogar. No importa si mi vida o mis circunstancias han cambiado. Alrededor de mi mesa con sus platos hondos y llanos estarán mis seres queridos y con ellos mi corazón. Una buena cocina está llena de amor. Lo que sé, me lo enseñó alguien que amó mucho y amó bien. Un hombre esencialmente bueno que cocinaba de maravilla, mi padre. Por él, por mis hijos y por esos otros amores que llenan mi día a día, vivo y cocino.

martes, 18 de octubre de 2011

EL INICIO

Todo tiene un principio y este es el mío con un blog fantástico en el que voy a participar, por primera vez, con sus propuestas culinarias mensuales. En este caso, la salada.

Whole Kitchen en su propuesta salada para el mes de octubre nos invita a preparar un clásico de la cocina húngara: Gulash

Plato especiado originario de Hungría, elaborado con carne de vacuno, cebollas, pimiento y pimentón. Su aspecto es parecido al de la carne estofada aunque también existe la sopa de gulash. Se considera como una comida casera y sencilla, debido a que requiere solo un poco de atención al comienzo durante su preparación. Suele acompañarse de ensalada de patata y perejil y comerse con pan. También puede servirse con patatas u otros alimentos de carbohidratos.

Después de mirar varias recetas, decidí adaptarlo un poquito en base a la disposición de ingredientes que encontré a mi alcance. Espero que os guste.

GULASH DE TERNERA

Ingredientes:

1 K de carne de ternera en trozos
1 cebolla
2 dientes de ajo
1k de tomates maduros
1 pimiento verde
3 pimientos del piquillo
1 cucharada de Pimentón
1 cucharada de Harina
Pimienta negra recién molida
Tomillo
Cerveza
Sal
AOVE
Un yogur griego

Preparación:

En una cazuela se pone un poco de aceite y se sofríe ligeramente la carne que se retirará de la cazuela cuando esté lista. Se añade la cebolla, el ajo y el pimiento verde cortado groseramente y se le da vueltas hasta que esté hecho (la cebolla quedará transparente, el pimiento tierno y el ajo ligeramente dorado). se añade el tomate pelado y cortado en dados y los pimientos del piquillo troceados. Más vueltas. Añades un poquito de sal, la pimienta, el pimentón, el tomillo y la harina. Más vueltas. Una vez que el tomate está blandito, se echa la cerveza poco a poco y vas ligando la salsa. Es el momento de añadir la carne y dejar cocer a fuego lento durante una hora aproximadamente. Yo, pasado este tiempo, volví a retirar la carne y trituré toda la salsa con un pasapuré y añadí el yogur griego. Volví a ligar la salsa y volví a añadir la carne dejándola cocer otro poco más ( 20 ó 30 minutos). Hay que estar pendiente del liquido (añadir si es necesario más cerveza o un poquito de agua) y remover con frecuencia para que no se pegue en el fondo de la cazuela. Pasado este tiempo, comprobar que la carne esté tierna, en caso contrario dejar un poco más.
En mi caso, su acompañamiento fue arroz blanco.