La cocina es mi rincón preferido; el alma y el calor de mi hogar. No importa si mi vida o mis circunstancias han cambiado. Alrededor de mi mesa con sus platos hondos y llanos estarán mis seres queridos y con ellos mi corazón. Una buena cocina está llena de amor. Lo que sé, me lo enseñó alguien que amó mucho y amó bien. Un hombre esencialmente bueno que cocinaba de maravilla, mi padre. Por él, por mis hijos y por esos otros amores que llenan mi día a día, vivo y cocino.

jueves, 26 de mayo de 2011

¡18 AÑOS!

Mi hija pequeña acaba de cumplir 18 años.
¡Hay que ver como pasa el tiempo! Hasta el otro día (su graduación) no me dí cuenta que mi chiquitina se había convertido en una mujer IMMMMMPRESIONANTE.
Las dos tenemos mucho carácter y no voy a negar que en nuestras confrontaciones, más de las que yo quisiera, surgen rayos y centellas... no importa, solo quiero que sepa que voy a estar siempre a su lado apoyándola, animándola, protegiéndola, pero en un segundo plano, en la sombra porque ella es, ahora, la protagonista de su propia historia.
Estoy segura que llegarás donde te propongas. Te quiero muchísimo, cariño.

Después de esta declaración de amor materno, contaros que hice su tarta de cumpleaños y, para ser la primera, no quedó nada mal. La encontré en un libro de cocina de la Editorial Blume que compré hace unas semanas en La Casa del Libro.
Estoy pensando hacer una pequeña modificación en la receta original para adaptarla más a mi gusto.
¡Vamos a ello!

TARTA VICTORIA (o como llegar a los 18 sin morir en el intento)

Ingredientes:

175 gr mantequilla
175 gr azúcar extrafino
3 huevos ligeramente batidos
175 gr. de harina con una cucharada de levadura Royal

Para el relleno:

Mermelada de frambuesa
200 de nata montada

Azucar glass para adornar

Preparación:

Precalentar el horno a 190º arriba y abajo
Engrasar los moldesy poner en el fondo de cada uno papel sulfurizado
Batir la mantequilla y el azúcar hasta que blanquee. Poco a poco se añaden los huevos. Tamizar la harina incorporandola a la mezcla despacio. Una vez terminado se divide la mezcla entre los dos moldes y se introducen en el horno durante 20-25 minutos hasta que estén dorados y esponjosos. Asegurarse pinchandolos con un palo de brocheta, si sale limpio ya están listos. Dejarlos enfriar en el molde durante 10 minutos, luego pasarlos a una rejilla a fin que enfrien del todo. Poner uno de los bizcochos boca abajo y untarlo con una buena cantidad de mermelada de frambuesa y después extender la nata montada sobre la mermelada. Poner encima el otro bizcocho boca arriba y espolvorear la superficie de azucar glass.
Mi pequeña modificación sería hacer un solo bizcocho y abrirlo a la mitad para poner el relleno. Habría que dividir las cantidades de los ingredientes del bizcocho a la mitad.
Se puede conservar perfectamente durante un par de días en la nevera. El bizcocho sigue igual de esponjoso que el primer día, os lo aseguro.
Es muy fácil de hacer, pero lleva un poco de tiempo. El resultado es estupendo.