La cocina es mi rincón preferido; el alma y el calor de mi hogar. No importa si mi vida o mis circunstancias han cambiado. Alrededor de mi mesa con sus platos hondos y llanos estarán mis seres queridos y con ellos mi corazón. Una buena cocina está llena de amor. Lo que sé, me lo enseñó alguien que amó mucho y amó bien. Un hombre esencialmente bueno que cocinaba de maravilla, mi padre. Por él, por mis hijos y por esos otros amores que llenan mi día a día, vivo y cocino.

lunes, 18 de julio de 2011

LAS VACACIONES

Ese ha sido el motivo de tener un poco abandonado este rincón.
¡Que conste! No he dejado de hacer cosas, pocas, pero algunas. Tengo las fotos de la crema de pepino; hice una tarta de manzana siguiendo la receta, a mi manera, de uno de los muchos blogs que visito (que desastre, no recuerdo cual) y tengo otra pendiente de este invierno que, todavía, no he publicado, pero Victoria me ha pedido la receta y no quiero defraudarla.
¿Mis vacaciones? Muy buenas, pero cortas. He estado en mi tierra (no de nacimiento) pero en mi tierra, esa que cuando llegas te ata con lazos invisibles y no quiere dejarte volver. El azul del mar es distinto, la tierra y el aire huelen distintos, la luz es distinta y el tiempo es distinto (el climático y el del reloj). Todo allí es distinto y sabe distinto. Mi Galicia querida... Algún día cumpliré mi sueño y tendré una casita, sin muchas pretensiones, pero mi casita y ya no tendré necesidad de volver.
Tengo muchas fotos, muchas... es que...  me han regalado una cámara estupenda con la que voy a convertirme en una autentica profesional.
Ya contaré más y mostraré el reportaje fotográfico.
¡Estamos de vuelta!